domingo, 20 de diciembre de 2009

Odette.


- Quiero hacerte feliz.
- Ya había perdido la esperanza de volver a oir eso: un hombre que desea hacerme feliz.

Odette, una comedia sobre la felicidad.

sábado, 24 de octubre de 2009

El crítico como artista.


"... el verdadero fin de la educación es el amor a la belleza (...)
los métodos con que debiera trabajar la educación son el desarrollo del temperamento, el cultivo del gusto y la creación del espíritu crítico."
El crítico como artista, Oscar Wilde.

domingo, 4 de octubre de 2009

Entre las hojas secas.

De fondo, el murmullo constante de los coches se interrumpe con el silbido de algún pájaro y con la repentina caída de las hojas que anuncian la llegada del otoño.
La tierra está húmeda y el cielo se va nublando al ritmo que mi soledad se expande al recorrer estos senderos.
Los últimos días han sido como una ruta forestal en la que a cada paso necesitas coger aire fresco para poder asumir la inmensidad y la belleza de la naturaleza que te rodea.
Y entre estos paisajes, como en cada palabra que escribo, intuyo tu presencia.
Con las hojas del suelo recuerdo tus caricias.
En los rayos de sol que asoman entre las ramas de los árboles, cuando las nubes lo permiten, siento tu calidez.
La vista del mar al fondo, brillante pero lejano, me recuerda que nunca te tuve.

Y al final del camino un estanque, cuyas aguas ondea el viento deshaciendo los límite de mi rostro, para reconocerme únicamente en la sombra que se dibuja en el camino, entre las hojas secas, y en la sonrisa de ese niño que juega con su imaginación.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Mishima.


"Vi que la belleza y la ética eran lo mismo.
Crear una hermosa obra de arte es idéntico a hacer de uno mismo un ser hermoso."


Mishima, una vida en cuatro capítulos.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Juego poético I.

Viernes noche.
Esperanza propone un juego.
Cuatro palabras al azar y en el momento componer un poema.
Este fue el resultado.

Cansancio, viejo, agua, humores.

El sonido de tus palabras me llega como un viejo rumor,
como el continuo caer del agua de una fuente mora.
Yo, apoyado en el alfiz de la ventana,
con mi cansancio y mi pesadumbre.
Tu, con tus humores que como rumores
al viento se pierden por el Albaicín.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Juan Antonio Ramírez.



Estos días son tristes.
Ha fallecido Juan Antonio Ramírez, uno de los grandes de la Historia del Arte en España y referente para los jóvenes historiadores del arte de este país, más aún para aquellos que, como él, somos de Málaga.

Juan Antonio nos enseñó cómo hacer una tesis doctoral, el concepto antropomórfico de la arquitectura, la grandeza de Duchamp, las supuestas relaciones entre el Templo de Salomón y el Escorial (los grandes también se equivocan), la historia del cómic en España, etc.


Además, tuve la suerte de asistir a uno de sus últimos actos públicos: el curso de verano de la UMA celebrado a principios del mes de Agosto en Marbella, que él dirigió, y que versaba sobre el sistema español del arte, proyecto de investigación en el que llevaba trabajando varios años.

Os dejo las entrañables palabras que Antonio Bonet Correa le dedica.

Desde aquí, mi más sincero agradecimiento por tus enseñanzas maestro.



domingo, 13 de septiembre de 2009

Sombra de mí.

Bien sé yo que esta imagen
fija siempre en la mente
no eres tú, sino sombra
del amor que en mí existe
antes que el tiempo acabe.

Mi amor así visible me pareces,
por mí dotada de esa gracia misma
que me hace sufrir, llorar, desesperarme
de todo a veces, mientras otras
me levanta hasta el cielo en nuestra vida,
sintiendo las dulzuras que se guardan
sólo a los elegidos tras el mundo.

Y aunque conozco eso, luego pienso
que sin ti, sin el raro
pretexto que me diste.
Mi amor, que afuera está con su ternura,
allá dentro de mí hoy seguiría
dormido todavía y a la espera
de alguien que, a su llamada,
le hiciera al fin latir gozosamente.

Entonces te doy gracias y te digo:
para esto vine al mundo, y a esperarte;
para vivir por ti, como tú vives
por mí, aunque no lo sepas,
por este amor tan hondo que te tengo.

Luis Cernuda. "Sombra de mí" en Poemas para un cuerpo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Perdón.

Perdón por pedirte que me salves.
Perdón por exigirte que resuelvas todos mis problemas.
Perdón porque a pesar de ser un desconocido te pido que soluciones la sensación de vacío que me provoca contemplar este atardecer.
Perdón porque sin conocerte pretendo que me abraces tan fuerte como esas olas chocan contra el espigón.
Perdón por ponerte en un lugar que no te corresponde.

Pero a pesar de todo sigo esperando que antes de que termine esta canción me llames y me pidas que te abrace, que te bese y que no me separe de ti nunca.

Pero sé que eso no ocurrirá. Y seguiré viniendo aquí cada atardecer, imaginando que la canción que suena me la susurras al oído y que juntos nos sumergimos en el agua y nos besamos aguantando la respiración.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Tu presencia en mis sentidos.


Aún escucho tus últimas palabras, mientras recuerdo tu gesto de despedida.
Aún huelo tu suave piel, tímida; y tu pelo sobre mi espalda.
Mis manos aún recuerdan las caricias a tu pecho, el recorrido por tu cuello hasta llegar a los labios, ésos cuyos besos aún resuenan en algún rincón de esta cama.
Una cama que muy pronto se acostumbró
a tus graves palabras,
al gesto de tu sonrisa,
al olor de tu piel,
al éxtasis del encuentro corporal.
Esta cama, testigo y recuerdo de tu cuerpo, me acompaña en la soledad de esta noche en la que mis sentidos te recuerdan y me hablan de tu ausencia.

Guðmundsson



"Es un cuento lleno de ventajas.
Porque al final habrá un agujero por donde te puedas escapar."


PD: Gracias por leerme.

lunes, 31 de agosto de 2009

Pensé que te amaba.

Pensé que te amaba, cuando veía tus ojos brillar.
Pensé que te amaba, cuando tímidamente retirabas la mirada.
Pensé que te amaba, cuando te reías a carcajadas de mis ocurrencias.
Pensé que te amaba, cuando mis caricias erizaban tu suave piel.

Y el tiempo pasó, demostrándome que no te amaba.

Simplemente, pensaba que te amaba.

jueves, 20 de agosto de 2009

Sentimientos a oscuras.

En la habitación, la oscuridad se apodera de todo,
de mi aliento y tus suspiros, de tu rápido sueño y mi constante insomnio.
Los dos, hundidos en la cama por el sofocante calor.
De repente, una tenue luz me despierta del pensamiento e ilumina tu rostro dormido, extenuado e inexpresivo.
Y es entonces cuando me pregunto por la capacidad de abrazar a un desconocido, de acariciar una espalda extraña o de besar unos labios anónimos.
Pero en ese momento abres los ojos y parece que se ilumina el resto de la habitación.
Y dejo de pensar en los abrazos desconocidos, en la espalda extraña y en los labios anónimos
mientras te abrazo, te beso y recorro tu espalda al ritmo de las pulsaciones en las yemas de mis dedos.
"¿Dónde resides amor, o como te hagas llamar?", sigue mi pensamiento.
Y sólo hallo la respuesta en la curva de tu espalda, en la impertinencia de tus labios y en la calidez de tu abrazo.
Y cuando creo que lo mejor será que todo quede en una noche de desenfreno me vuelves a atrapar con tu sonrisa, confundiéndose mi deseo en el brillo de tus dientes y en la ceguera de mis sentimientos.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Islands.


I want to rule the islands,
and I want to rule the sea,
but if you're not coming back
I will sleep eternally.

Islands - Cat Power.

Foto: Lisboa.

martes, 11 de agosto de 2009

Nada amor.


¿Cómo escribir sobre la nada?
Vacío, oscuridad, frío, soledad,
tu ausencia en mi recuerdo,
tu desinterés y mi soledad,
de fondo una canción...

¿Porqué mezclar el vacío y el amor,
la ausencia de éste con la sensación de aquel?

Tu partida sin palabras, sin explicaciones,
después de haber compartido en mi cama más que palabras bonitas y algún que otro mal entendido.
Mejor así, una despedida sin aviso, sin excusas, sin porques.

De fondo, la canción se acaba:
When the heartache is over I know I won't be missing you...

lunes, 8 de junio de 2009

lunes, 1 de junio de 2009

Una temporada en el infierno.

Ya empezaba a acostumbrarme. Y nos veía a ambos, como a dos niños buenos, libres de pasearse por el Paraíso de la Tristeza. Nos poníamos de acuerdo. Muy emocionados, trabajábamos juntos. Pero después de una penetrante caricia, me decía:
"Cuando yo ya no esté, qué extraño te parecerá esto por lo que has pasado.
Cuando ya no tengas mis brazos bajo tu cuello, ni mi corazón para descansar en él, ni esta boca sobre tus ojos. Porque algún día, tendré que irme, muy lejos. Pues es menester que ayude a otros: tal es mi deber. Aunque eso no sea nada apetitoso... alma querida..."
De inmediato yo me presentía, sin él, presa del vértigo, precipitada en la sombra más tremenda: la muerte. Y le hacía prometer que no me abandonaría. Veinte veces me hizo esa promesa de amante. Era tan frívolo como yo cuando le decía: "Te comprendo".

Arthur Rimbaud, Una temporada en el infierno.

viernes, 29 de mayo de 2009

El peso de tu ausencia.

Mi mano atrapa en el aire el peso de tu ausencia.
Mi respiración intenta rescatar tu aliento.
Mi mirada busca en la oscuridad el gesto de tu rostro,
encontrándolo en un éxtasis alucinatorio.

martes, 26 de mayo de 2009

Orlando.


"Pues el Amor, al que podemos volver ahora, tiene dos caras: una blanca, otra negra; dos cuerpos: uno liso, otro peludo. Tiene dos manos, dos pies, dos colas, dos, en verdad, de cada miembro y cada uno es el reverso exacto del otro. Sin embargo están ligados tan estrechamente que es imposible separarlos.

En este caso, el amor de Orlando emprendió su vuelo hacia él con su cara blanca descubierta y su liso y adorable cuerpo a la vista. Más y más se acercó, en ráfagas de pura delicia. De pronto (sin duda, al ver a la Archiduquesa) giró en el aire, exhibió su otra cara, se mostró negro, velludo, brutal; y fue el buitre Lujuria, no el Ave del Paraíso, Amor, el que aleteó asqueroso en sus hombros.

Por eso huyó, por eso buscó al lacayo".


Virginia Woolf, Orlando, 1928.

lunes, 25 de mayo de 2009

Impregnado de ti.

Escucho tu voz en mi almohada,
siento tus pies bajo la sábana,
reconozco el brillo de tus ojos en mi memoria,
tu olor habita en lo más hondo de mis fosas nasales,
mi lengua se encuentra con mis labios intentando recordar tus besos.
Y todo ello para encender la luz y comprobar que lo único que queda de ti es el vacío que dejaste en esta cama que cada noche se hace más grande.

jueves, 21 de mayo de 2009

La ley de la decepción.


Y si es estar por estar mejor lo dejamos ya.
Después de tanto desdén habrá que reconocer
que el sol no va a calentar la indiferencia total,
la nieve del corazón.
Si no es estar por estar habrá que descongelar,
cambiar el desinterés, distorsionar la altivez.
En esta era glacial el plan de la tempestad
impuso por omisión la ley de la decepción.

La pequeña edad de hielo, Fangoria.

jueves, 7 de mayo de 2009

Sonidos de soledad.

Un viento gélido acompaña el sonido de los grillos y el agua de la cisterna cayendo sin cesar.
Sonidos de soledad, acompañantes inertes en este vacío sin sentido.
Las palabras se escapan, huyen ante su incapacidad para sostener la existencia.
Tras la ventana, reflejos de una ciudad que descansa, con sus enormes muros de piedra que se alzan silenciosos, vigilantes de la noche, iluminados por la luz de la luna. Esa luz callejera acompañante de las almas sin calma que a estas horas todavía sobreviven a la ciudad,
de aquellos espíritus insomnes que trasnochan esperando el momento para escuchar el silencio, habitar el vacío y respirar al son de la música del viento.

jueves, 23 de abril de 2009

Susy Gómez


CONFIESO QUE ME HA GUSTADO.


En una de las reducidas y excesivamente blanca salas del CAC Málaga, se encuentra la exposición de Susy Gómez “El timón de mis almas”, formada por 18 fotografías y una videoperformance titulada “A Licinia Gómez”. En las fotografías la artista, siguiendo una iconografía pseudo-pop, establece como motivo de representación las imágenes de modelos de la revista Vogue, imágenes que amplía y sobre las que interviene a través de distintos materiales como la pintura, la purpurina o la cera.
De esta forma, la artista lleva a cabo una doble operación. Por un lado, realiza el ejercicio pop de elevar ciertas iconografías de la low cult a la high cult, si es que a estas alturas se pueden seguir estableciendo dichas diferencias. Y por otro, muestra un interesante juego de texturas a través de la combinación del grano de las revistas derivado de la ampliación de las fotos y de los distintos materiales con los que interviene, quedando todo ello unificado por la pátina fotográfica final en una especie de triple salto mortal.
Esa forma de resaltar el granulado de la fotografía podría recordarnos a Lichtenstein aunque en el caso de Susy Gómez parece que la motivación de la artista no es la de congelar el trazo como hacía el artista neoyorkino en su crítica al expresionismo abstracto, sino más bien poner en evidencia la técnica artística de la fotografía.
Sin embargo, y siguiendo esa línea pop, vemos que no hay una actitud crítica hacia aquello que muestra, destilando las fotografías una objetividad interrumpida únicamente por las intervenciones ya comentadas que realiza la artista, que incluso resultan ridículas en ese contexto pop y objetivo. De hecho, el gran formato de las obras nos habla de una monumentalidad y un carácter aurático de su obra que choca bastante con la línea pop comentada.
A pesar de ciertas incongruencias, consideramos que la artista alcanza en esta exposición realizada expresamente para el CAC cierto grado de coherencia en un discurso entre el apropiacionismo y el pop, del que quizá podría haber sacado más partido.

domingo, 5 de abril de 2009

A ti, donde quiera que estés.

Tú, muerte, maloliente presencia que nos acompaña,
que apareces para romper la supuesta calma de la rutina,
que nos recuerdas la fragilidad de nuestra existencia, sostenida por los hilos que manejas.
Viniste para llevártelo cuando no era su hora, a él, con su piel tostada y su destino marcado como las heridas en el cuerpo de Frida.
A él, que vino buscando lo que no tenía allende el océano, para encontrar una pesadilla en la que todo se repetía.
A él, esclavo de su propia destrucción, impotente héroe postmoderno causante de su propia tragedia.
A él, que no conoció a Antígona.
A él, que descansa después de tanta soledad.
A ti, donde quiera que estés te escribo estas palabras en agradecimiento a tus atentas lecturas.

A Oscar.

domingo, 29 de marzo de 2009

My blueberry nights


-Eran lo bastante ingenuos para creer que pasarían toda la vida juntos.
- ¿Y qué pasó?
- Pasó la vida. Pasaron cosas y pasó el tiempo. Siempre pasa lo mismo más o menos.
- O quizá uno de los dos huyó con otra persona.
- O quizá los sentimientos desaparecieron.

martes, 17 de marzo de 2009

Amor salado.

Como una ola intento abrazarme a tu arena,
escurrirme entre tus piedras,
evaporarme al atardecer y enfriarme al amanecer,
adormecerme bajo la luz de las estrellas...
Y perderme al fondo del océano cuando mi oleaje te resulta indiferente.

lunes, 9 de marzo de 2009

Horizonte

Frente a nosotros el abismo del mar, inconmensurable,
bañado por la luz abrasadora, como tu abrazo asfixiante.
El horizonte, línea visible que nos acerca y nos separa.
Maldita línea inalcanzable, inasible,
lejana como tu sonrisa cuando no te veo,
como tus palabras cuando no te comprendo,
como tu piel cuando no te puedo tocar.

lunes, 2 de marzo de 2009

Leolo


A tí la dama, la audaz melancolía que con grito solitario hiendes mis carnes ofreciéndolas al tedio. Tú, que atormentas mis noches, cuando no sé que camino de mi vida tomar. Te he pagado cien veces mi deuda.

De las brasas del ensueño, solo me quedan las cenizas de una sombra de la mentira que tu misma me habías obligado a oír. Y la blanca plenitud no era como el viejo interludio y sí una morena de finos tobillos que me clavó la pena de un pecho punzante en el que creí, y que no me dejó más que el remordimiento de haber visto nacer la luz sobre mi soledad.


Leolo, 1992.

sábado, 28 de febrero de 2009

El amor en una mirada.

Tu mirada suspendida en el espacio,
acariciada por la suave brisa que desprenden tus sentimientos.
Así queda tu existencia contenida en un segundo,
reducida a un gesto, al brillo de tus pupilas,
sumergida en el verde de tus ojos, suspirando en la nada.

domingo, 1 de febrero de 2009

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.

Cesare Pavese.

lunes, 19 de enero de 2009

Mar.

El mar es el Lucifer del azul.
El cielo caído por querer ser la luz.
¡Pobre mar condenado a eterno movimiento,
habiendo antes estado quieto en el firmamento!

Federico García Lorca.

domingo, 18 de enero de 2009

Entre tu y yo, el horizonte.

Olas, alas, libertad salada, brillo eterno,
existencia suspendida en el horizonte,
entre el cielo y el mar, entre tu y yo,
una distancia insalvable, limitada por un velero,
metáfora de la imposibilidad de nuestro encuentro.

jueves, 15 de enero de 2009

La extraña noche.

Una brisa polar acariciaba su cara,
y el humo de un cigarro apenas le permitía ver más allá de sus propios pensamientos.
Era tarde, una de esas horas intempestivas que anunciaban que la noche se estaba alargando en exceso.
Juan pasó bajo la ventana.
Andrés, observando tras la cortina de humo, le vio pasar.
Sintió cada una de las pisadas que daba,
cargadas de una melancolía propia del paso de los años en aquel que va a la deriva por los mares de la vida.
La ceniza caía desde el piso alto, como el confeti en una actuación estelar.
Mientras la luna despedía con una sonrisa gélida y cómplice esa noche extraña, en la que todo ocurrió por azar, como la caída de una pieza hace caer a las demás en el dominó.
Así llegó Juan a la casa, sin haber cruzado esa mirada triste que le esperaba en las alturas, sin embriagarse del olor de ese humo solitario, evanescente que se deslizaba al son que marcaban las cenizas al caer. Sin sentir que otra soledad le esperaba para ser compartida hasta el límite de los cuerpos.
Sin saber que en esa mirada se encontraba el desenlace perfecto de aquella extraña noche.

jueves, 1 de enero de 2009

El beso de la mujer araña.


- Te quiero tanto... Es algo que nunca te dije porque temía perderte para siempre.
- Eso ya no puede ocurrir nunca. Este sueño es corto, pero es un sueño feliz.
El beso de la mujer araña, Hector Babenco. 1985.