lunes, 12 de mayo de 2008

Dejadme llorar

Dejadme llorar a mares,
largamente como los sauces.
Largamente y sin consuelo.
Podéis doleros...
Pero dejadme.
Los álamos carolinos
podrán, si quieren, consolarme.
Vosotros... Como hace el viento...
Podéis doleros...
Pero dejadme.
De los álamos y los sauces. Rafael Alberti.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi Ulises lo prometido es deuda, aqui estoy de nuevo visitando tu blog. Por cierto, me has conmovido con este fragmento, soy una persona que se emociona ante palabras tan bonitas y mas ahora que extraño tanto a mi familia, a veces lloro y me dicen que no llore, sin embargo puede ser bonito llorar pues muestra que somos humanos.

Te envio un gran abrazo.

Oscar R